125 gr de harina
5 gr de azúcar
25 gr de mantequilla
1 huevos
1/4 litro de leche
una pizca de sal
Preparación:
En primer lugar, pon unos 30 segundos la mantequilla al microondas para que podamos trabajarla con facilidad. Lo único que necesitamos es que se derrita.
En un bol alto, vamos a poner los huevos junto con el azúcar y una pizca de sal. Mézclalo todo hasta que queden los ingredientes homogéneos, añade poco a poco la harina y no dejes de remover para evitar que aparezcan los grumos, la apariencia de la crema es homogénea. A continuación, añade la mantequilla derretida y la leche poco a poco, para que vaya adheriéndose a la preparación que ya tenemos. Pon una sartén al fuego y echa una pizca de mantequilla, una vez que esté caliente, echa una capa fina de la masa de crepes. Esta primera capa suele quitarse ya que absorbe todo el aceite, pero no todo el mundo lo hace, probar vosotros mismos y escoger. El crepe tiene que tener forma redonda por lo que mueve la sartén hacia los lados para facilitar que cubra la superficie, deja que se dore un poco y dale la vuelta. Pasados unos segundos, sácalo.
Recomendaciones
Hay muchas formas de preparar crepes y éstas varían según la zona. Algunos, mientras está la crepe en la sartén le echan un trozo de mantequilla y azúcar para que se derrita, otros añaden el azúcar una vez que está en el plato en lugar de añadirlo en la preparación. Yo soy de las que opinan que mientras sepa delicioso, todo vale, aunque la tradición es la tradición. Lo mejor es servirlos calientes, a mí me gusta echarles un poco de chocolate derretido por dentro, cerrar la crepe y espolvorearlo con canela por encima. Servirlo caliente y... ¡Llegas al cielo con tanta delicia! Al igual que con las tortitas americanas, puedes servir las crepes solas, con mermeladas, nutella, nata, helado... Todo lo que te apetezca y lo que más te guste. ¿Nos hacéis alguna recomendación?
